Investigadores chinos clonan con éxito un mono rhesus

Por Lluis Montoliu, el 16 enero, 2024. Categoría(s): clonación • embriones • epigenética • ética • experimentación animal • expresión génica • genética • genoma • histonas • historia de la ciencia • integridad científica • metilación • Premio Nobel ✎ 1
Fotografía tomada a los 17 meses del mono rhesus clonado con células somáticas producido mediante sustitución de trofoblastos (la capa externa del blastocito). Crédito: Zhaodi Liao et al., Nature Communications.

El 5 de julio de 1996 nació en el Instituto Roslin, cerca de Edimburgo, la oveja Dolly, el primer animal clonado a partir de células adultas. Sin embargo, el mundo no lo sabría hasta febrero de 1997, cuando tal hazaña biológica fue reportada en un histórico y controvertido artículo en la revista Nature que desató la imaginación y los temores de media humanidad. Si era posible clonar ovejas, ¿por qué no iba a ser posible clonar seres humanos?

En realidad, esos temores estaban totalmente injustificados. La clonación de otras especies de mamíferos se convirtió en un lento goteo que demostraba las dificultades intrínsecas de cada especie, con características distintas de su biología de reproducción, necesarias para adaptar el método original desarrollado para clonar la oveja Dolly. La vaca y el ratón se clonaron en 1998; la cabra, en 1999; el cerdo, en 2000; el gato y el conejo, en 2002; la rata y el caballo, en 2003, y el perro, en 2005.

¿Y los primates? Si el temor originalmente suscitado era la clonación humana debería ser posible primero clonar otras especies de primates. Lo cierto es que la primera clonación exitosa de primates no tuvo lugar hasta febrero de 2018, exactamente 21 años después de conocer el nacimiento de la oveja Dolly. Un equipo de investigadores chinos, liderados por Qiang Sun, de la Academia de Ciencias China en Shanghai, describió en la revista Cell la clonación de macacos cangrejeros (Macaca fascicularis). Lo relevante de aquel artículo era la eficiencia del proceso, alrededor del 1,5 %, sorprendentemente baja y no muy alejada de la que se obtuvo en la clonación original de la oveja Dolly y en la mayoría de especies clonadas, de nuevo subrayando las dificultades técnicas del proceso de transferencia nuclear de células somáticas (SCNT en sus siglas en inglés), que es como se llama apropiadamente el método de clonación. Esa paupérrima eficiencia confirmaba lo evidente: no solamente era innecesaria y discutible la clonación humana, sino que, si se quisiera abordar, sería extraordinariamente difícil y éticamente injustificable.

Ahora, casi seis años después, el mismo equipo de investigadores chinos, de nuevo liderados por Qiang Sun, junto a Zhen Liu, reportan en la revista Nature Communications la clonación de otra especie de primate, el mono Rhesus (Macaca mulatta) tras múltiples intentos anteriores que habían fracasado. El éxito lo obtienen al combinar el tratamiento de los embriones clonados con Tricostatina A (un inhibidor de histonas deacetilasas) y con Kdm4d (una histona demetilasa), ambos ya usados en la clonación anterior del macaco cangrejero y encaminados a alterar el estado epigenético de los embriones clonados, con un sofisticado método de reemplazo del trofoblasto, las células que rodean a la masa interna celular en el blastocisto y que más tarde darán lugar a la placenta. De nuevo la eficiencia del proceso vuelve a ser parecida, incluso inferior: un animal clonado que sobrevive a partir de 113 embriones iniciales, menos del 1 %.

Tanto la clonación del macaco cangrejero como la del mono Rhesus demuestran dos cosas. En primer lugar, que es posible clonar primates. Y, en segundo lugar, y no menos importante, que es sumamente difícil tener éxito con estos experim16entos, con eficiencias tan bajas, nuevamente descartando la clonación de seres humanos. Los autores apuntan que esta técnica debería complementar el uso de ambas especies de primates en la investigación biomédica. Como derivada técnica de su nuevo método de clonación comentan que el reemplazo del trofoblasto podría tener recorrido como nueva técnica de reproducción asistida en algunos casos en los que los embriones humanos presenten alguna deficiencia en el desarrollo del trofoblasto.

Por último, cabe recordar que estos experimentos no habrían podido hacerse en Europa, puesto que la legislación sobre experimentación animal de la Unión Europea prohíbe el uso de primates no humanos a no ser que el experimento esté encaminado a investigar una enfermedad grave, mortal, que afecte a los seres humanos o a la propia especie de primates, que no es el caso de este experimento.

Esta reacción rápida se publicó originalmente en Science Media Centre España, el dia 16 de enero de 2024.

 



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