Modelos multicelulares que imitan el desarrollo temprano del embrión humano

Por Lluis Montoliu, el 28 junio, 2023. Categoría(s): divulgación científica • embriones • ética • experimentación animal • genética • integridad científica
Ilustración gráfica de células troncales (imagen libre de Office)

El laboratorio de Berna Sozen, de la Universidad de Yale, ha anunciado un nuevo hito en la competición por crear embriones sintéticos: sus células madre pluripotentes humanas se autoorganizan en estructuras que imitan el desarrollo embrionario en los días 9-14 tras la fecundación e incluyen tejidos extraembrionarios. Su logro se publica en Nature al mismo tiempo que otro estudio similar, el de Magdalena Zernicka-Goetz, que hace dos semanas adelantó a The Guardian su modelo de embrión humano derivado de células madre, iniciando una polémica con Jacob Hanna, autor de un preprint que mostraba haber conseguido verdaderos embriones sintéticos.

 

He tenido ocasión de revisar esta reciente sucesión de papers preprints, y este podría ser un orden de acontecimientos.

1) 14 de junio. Magdalena Zernicka-Goetz presenta unos resultados en la reunión de la ISSCR en Boston que sugieren avances significativos en el desarrollo de embriones sintéticos humanos (o modelos de embriones humanos) a partir de células troncales embrionarias humanas en cultivo sin apoyo de preprint ni publicación. 

2) 14 de junio. The Guardian se hace eco de esa conferencia y lo publica con un titular que no deja lugar a dudas. Se han conseguido embriones sintéticos humanos de alrededor de 14 días de desarrollo. 

3) El artículo periodístico genera mucha polémica y ruido al resultar evidente que faltan los datos y detalles del supuesto avance. 

4) 14/15 de junio. Jacob Hanna, competidor de Zernicka-Goetz, reacciona depositando en bioRxiv un manuscrito con detalles experimentales que sí demuestra que ellos sí han conseguido embriones humanos sintéticos en el laboratorio.

5) 15 de junio. Zernicka-Goetz reacciona depositando rápidamente en bioRxiv un manuscrito con sus datos, donde queda patente que usan células troncales embrionarias pluripotentes modificadas genéticamente, a diferencia de Hanna. Entonces no lo sabemos, pero ese manuscrito (en el que cambia el título, pero no el contenido) ya había sido enviado a Nature el 14 de noviembre de 2022, lo cual es cuando menos peculiar. Normalmente se deposita primero el manuscrito en bioRxiv y luego se manda a la revista elegida para su publicación. No al revés o, al menos, no con tanto tiempo de diferencia. 

6) El 27 de junio Nature publica el artículo de Zernicka-Goetz (y entonces sabemos que lo envió en noviembre de 2022)

7) Simultáneamente, Nature publica otro estudio (de Sozen, tercer laboratorio, de Yale esta vez) con resultados similares, en el que la novedad reside en el desarrollo conseguido de tejidos extraembrionales para embriones humanos obtenidos en el laboratorio.

Creo que estamos asistiendo a la competición entre diversos laboratorios sobre un tema a la vez interesante y sensible. Seguramente el artículo en The Guardian, el origen de toda esta polémica, fue prematuro. El comportamiento de los laboratorios de Hanna (Weizmann) y Sozen (Yale) entiendo que está dentro de los parámetros habituales de la comunidad científica. 

Por su parte, Zernicka-Goetz, tras la publicación del artículo en The Guardian que desató la polémica, quiso dejar constancia de su trabajo depositando un manuscrito en bioRxiv que ya había sido enviado ocho meses antes a Nature y estaba próximo a publicarse, pero al que no podía referirse mientras la revista no lo aprobara definitivamente para su publicación.

Prefiero quedarme con lo sustancial de la polémica. Diversos laboratorios han conseguido generar embriones humanos artificiales en el laboratorio a partir de la reorganización espontánea de diferentes tipos de células troncales embrionarias pluripotentes. Los modelos de embriones humanos que se han conseguido muestran características similares a las de embriones humanos naturales de alrededor de dos semanas de desarrollo, superada la fase de implantación. Estos desarrollos permitirán investigar unas etapas del desarrollo temprano de embriones humanos (alrededor de la implantación) hasta ahora muy difícil de ser estudiada. Una fase clave tanto en el desarrollo de los mamíferos en general (y de los primates y humanos en particular) y una etapa que seguramente es la responsable de una buena parte de los abortos espontáneos de embriones humanos en los que falla algo durante el proceso. Naturalmente, estos avances suscitan interés y preocupación por igual, por los aspectos éticos y legales que los acompañan.

Este artículo fue publicado como «reacciones» en el Science Media Centre España el 28 de junio de 2023.



Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.