El pasado 30 de abril de 2024 presentamos mi nuevo libro «No todo vale«, publicado por Next Door Publishers, en el Espacio Fundación Telefónica, de la calle Fuencarral de Madrid, dentro de una actividad que llamamos «Bioética. No todo vale. Investigación, ciencia y ética para un futuro mejor«. Para la presentación conté con la conducción y moderación del evento por parte de Antonio Martínez Ron, periodista científico a cargo de la sección de ciencia de eldiario.es, y la persona que ha presentado todos mis libros anteriores publicados con Next Door Publishers. También me acompañaron Txetxu Ausín, filósofo y director del Instituto de Filosofía del CSIC y presidente del Comité de Ética del CSIC, e Isolina Riaño, pediatra del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Presidenta de la Sociedad Internacional de Bioética y vocal del Comité de Bioética de España.
La charla resultó muy dinámica, con aportaciones interesantes de todos los ponentes, cuyos comentarios y aseveraciones sobre diversos aspectos y situaciones que debe afrontar la bioética parecieron satisfacer al público asistente que llenó la sala. Por los comentarios recibidos al final del evento, deduzco que el público se lo pasó en grande con la conversación. Se puede reproducir toda la sesión, que quedó grabada en vídeo, en el canal de YouTube del Espacio Fundación Telefónica, en este enlace.
Tras la conversación mantenida, quedó clara que la bioética era una disciplina relevante, que debería impartirse en los albores de la carrera científica, cuando los investigadores son jóvenes y están adquiriendo las destrezas y competencias técnicas de su profesión, que necesariamente deben incluir también el conocimiento de los límites de lo que pueden y no pueden hacer. Los científicos y científicas tienen que cumplir con numerosísimas normas, leyes, preceptos y recomendaciones para abordar los diferentes experimentos que pretenden realizar. Los comités de ética se encargan de revisar estas propuestas y de verificar si, de acuerdo a las normas y a los códigos de moral, son o no éticamente aceptables. Si permiten avanzar en nuestro conocimiento y aportar beneficios a la colectividad que superan ampliamente a los problemas o riesgos que puedan conllevar. En definitiva, si tenemos una buena respuesta para responder a la pregunta: ¿Para qué quieres hacer este experimento? Porque si no tenemos una buena respuesta para ello probablemente la mejor recomendación será no realizar ese experimento. Recordemos todos: no porque podamos o sepamos técnicamente hacer un experimento lo debemos de llevar a cabo, si el experimento no tiene una justificación ética convincente.
