Como cada año, cumpliendo la legislación vigente, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha publicado el Informe sobre usos de animales en experimentación y otros fines científicos, incluyendo la docencia durante 2023 donde se recogen cuántos usos de animales se han destinado a la investigación científica y otros fines, qué tipo de animales, qué especies, si son modificados genéticamente o no y el nivel de severidad de los procedimientos autorizados para experimentación animal, entre otros datos accesibles públicamente. Nuevamente, dentro de las actividades de la Comisión COSCE de Estudio del Uso de Animales en Investigación Científica, responsable del lanzamiento, mantenimiento y promoción del Acuerdo de transparencia sobre el uso de animales en experimentación científica en España, que agrupa ya a 168 instituciones españolas adheridas voluntariamente al mismo, me he encargado de trasladar las cifras facilitadas por el MAPA para actualizar los gráficos históricos de usos de animales recogiendo los datos desde 2009 hasta la actualidad. Este es un ejercicio de transparencia, para trasladar a toda la ciudadanía con toda claridad y desde una perspectiva histórica que permite comparar la evolución de estos números, dónde, por qué y qué tipos de animales se usan actualmente en investigación y otros fines.
La experimentación animal continúa siendo indispensable, pero solamente para aquellos casos en los que no existan métodos alternativos validados científicamente que permitan evitar el uso de animales, y solamente de forma estrictamente regulada y responsable, tras argumentar adecuadamente por qué ese experimento debe realizarse con animales.
Lo primero que sorprende, al contemplar las gráficas de usos de animales, son unos valores anómalamente elevados recogidos en los últimos tres ejercicios analizados: 2021, 2022 y 2023. Como ya expliqué para las cifras de 2021, la explicación la debemos buscar en la contabilización obligatoria de las larvas de alimentación libre de peces que se cuentan por miles y que, de alguna manera, despistan los números reales de usos de animales. Naturalmente que deben contabilizarse todos los animales vertebrados no humanos, los embriones de esos animales en el último tercio de desarrollo, las larvas que se alimentan libremente y los cefalópodos, usados en experimentación, como nos indica la legislación, pero en este caso debemos tener en cuenta que estamos hablando de larvas diminutas de peces que se contabilizan y reciben el mismo tratamiento y la misma importancia, cada una de ellas, que cualquiera de los primates no humanos, macacos, que se usan en investigación científica. Lo cual no parece demasiado razonable, desde el punto de vista de interpretar correctamente los usos y números de animales asociados a experimentación. Por eso desde 2021 lo que hago es graficar doblemente todos los usos animales, incluyendo los peces, y también los usos de animales excluyendo los peces. En esta primera gráfica también se percibe que la mayor parte de usos de animales son un primer uso (98,45%), y que el número de animales reutilizados, algo que permite la legislación de forma regulada, es limitado (1,55%) sobre un total de 1.144.214 usos totales de animales.
Si contabilizamos el total de usos de animales (1.144.214) en 2023, incluidos los peces, se observa un aumento en esta cifra del 2% (relativo a 2022) y una reducción de alrededor del 20% si lo contabilizamos desde 2009, año en el que se usaron 1.403.290 animales. Si graficamos ahora las mismas cifras de usos de animales excluyendo a los peces entonces aparece en 2023 una reducción significativa (del 8%) en relación al año anterior (2022) y se mantiene la reducción del 20% en relación a 2009. Sin contabilizar los peces hemos pasado de usar 813.543 animales en 2009 a usar 651.725 en 2023, un 20% menos aproximadamente, cumpliendo con una de las «R» de los principios del bienestar animal: la R de «Reducción».
Si nos fijamos ahora en la finalidad de estos usos de animales veremos que, nuevamente, la mayor parte de animales (87%) se destinan a investigación científica, siguiendo valores similares contabilizados en años anteriores, mientras que poco más del 11% tienen un destino reglamentario, que incluye por ejemplo el uso de roedores y perros (dos modelos animales distintos) para el desarrollo preclínico de propuestas de terapia génica, o el uso de roedores y primates no humanos para completar el desarrollo preclínico que permite empezar a testar candidatos vacunales en ensayos clínicos con voluntarios. Estos son usos muy importantes, con los que se persigue garantizar la seguridad, sobre todo, y la eficacia de los avances en biomedicina.
El uso de modelos animales modificados genéticamente también es similar al de años anteriores. La mayoría (77%) de usos de animales no involucran individuos modificados genéticamente (OMGs). Y, de los restantes, un 19%, nuevamente la mayoría son OMGs sin patologías aparentes, mientras que solamente un 4% corresponden a animales OMG que, además, tienen un fenotipo que puede alterar su bienestar animal.
Respecto a la severidad de los procedimientos experimentales aplicados sobre animales hay que anotar que la mayoría (92%) de estos procedimientos son leves o moderados, seguidos de un 6% de procedimientos severos y un 2% de procedimientos sin recuperación. Analizando los valores en más detalle se observa que ha aumentado en 2023 el número de procedimientos leves en relación a 2022, disminuyendo el número de procedimientos moderados y el de severos también, de acuerdo con el espíritu de la legislación vigente de intentar, por todos los medios, garantizar un adecuado bienestar animal a los animales usados en experimentos científicos.
Durante 2023, en cuanto a especies animales usadas, se produce un empate atípico que equipara el número de roedores usados con el número de peces usados, tanto en cuanto a porcentajes (43% para cada grupo) como en valores absolutos (495.684 roedores, 492.489 peces), con aproximadamente medio millón de usos en cada uno de estos dos grupos de animales. De forma parecida a los datos que recogen informes anteriores roedores y peces lideran las especies usadas, seguidas de las aves y, a mucha mayor distancia, el resto de especies animales. Entre roedores, peces y aves acumulan el 96% de usos de animales.
En relación a los roedores, nuevamente la especie mayoritariamente usada son los ratones (439.229, el 89%) seguida de las ratas (46.283, 9%) y otros roedores (cobayas, hámsters, gerbos…). En cuanto a los peces, la especie mayoritaria son las lubinas (337.536, el 69%) seguida de otros peces (103.972, el 21%), del pez cebra (36.974, el 7%) y de los salmones (14.007, el 3%).
Analizando en perspectiva histórica a lo largo de toda la serie de la que tenemos datos públicos (desde 2009, gracias al MAPA) observamos que el número de roedores utilizados en 2023 (495.684) ha disminuido en un 6% mientras que el uso de los peces (492.489) ha aumentado en un 19%. Las aves usadas en 2023 han reducido su número (110.380) en un 21%, en relación a las que se usaron en 2022, mientras que el número de conejos utilizados (15.669) en experimentación ha aumentado en un 8%.
En relación a los animales de granja adicionales, comunmente usados en investigación científica, para 2023 hay que anotar un aumento del 9% en el uso de cerdos (12.390) pero un descenso significativo tanto en el uso de vacas (1.362, reducción del 13%), de cabras (360, reducción del 32%) y de ovejas (1.608, reducción del 25%). Porcentajes en 2023 referidos a los valores de 2022.
En relación a las especies animales por las que la sociedad siente una mayor empatía, como son los équidos (caballos, burros…), los gatos, los perros y los primates no humanos (macacos) se constata una disminución de usos en caballos, perros y primates no humanos y un incremento en el uso de gatos en experimentación científica. Así pues, en 2023, el número de usos de équidos se sitúa en apenas 322 (un 27% menos que en 2022), el número de gatos usados en experimentación aumenta a 1.035 (un incremento del 40%), mientras que tanto el número de perros (mayoritariamente de la raza Beagle) usados en investigación en 2023 (1.491) disminuye en un 1%. El número de macacos (primates no humanos) usados en investigación disminuye fuertemente (295), con una notable reducción de más del 58%, seguramente propiciada por el descenso de validaciones de candidatos vacunales de la COVID-19 y la escasez de primates no humanos destinados a la investigación.
Finalmente, las estadísticas de usos del resto de animales ofrecen datos variados, según el grupo. En el apartado de otros mamíferos (p.e. hurones) se constata un aumento considerable en 2023 (784), con un incremento del 125%. Por lo que respecta a anfibios (3.939) y reptiles (306) ambos grupos de animales recogen un descenso, del 10% y del 66% respectivamente, en 2023. Y el único grupo de invertebrados incluido en la legislación, los cefalópodos (pulpos, sepias y calamares) recoge un nuevo aumento muy considerable, del 238% con un total de 6.056 individuos utilizados en experimentación científica.
Esta última gráfica recoge las variaciones porcentuales en los usos de los distintos grupos de animales en 2023 con relación a 2022. Destacan los incrementos relativos en el número de reutilizaciones (+71%), en gatos (+40%), en cefalópodos (+238%) y en otros mamíferos (+125%).
En el informe original publicado por el MAPA se incluyen gráficas adicionales que categorizan los usos de animales en investigación por temáticas, por enfermedad, así como los usos en otros ámbitos, como la enseñaza superior, el control de calidad y la toxicidad.
Información complementaria (informes anteriores publicados desde el lanzamiento del acuerdo COSCE por la transparencia en experimentación animal, en 2016):
- Gráficos con los análisis estadísticos del uso de animales en investigación y otros fines en 2022
- Gráficos con los análisis estadísticos del uso de animales en investigación y otros fines en 2021
- Gráficos con los análisis estadísticos del uso de animales en investigación y otros fines en 2020
- Gráficos con los análisis estadísticos del uso de animales en investigación y otros fines en 2019
- Gráficos con los análisis estadísticos del uso de animales en investigación y otros fines en 2018
- Gráficos con los análisis estadísticos del uso de animales en investigación y otros fines en 2017
- Gráficos con los análisis estadísticos del uso de animales en investigación y otros fines en 2016