Fallece Sir Ian Wilmut, investigador que posibilitó el nacimiento de la oveja Dolly

Por Lluis Montoliu, el 11 septiembre, 2023. Categoría(s): clonación • embriones • historia de la ciencia • Premio Nobel ✎ 2
Sir Ian Wilmut (1944-2023) junto a Dolly (1996-2003). Fotrografía: EFE

Ayer, 10 de septiembre de 2023, falleció Ian Wilmut, Sir Ian Wilmut, seguramente uno de los científicos más conocidos. Tenía 79 años. En abril de 2018 había sido diagnosticado de Parkinson. Su vida, y la de todos nosotros, cambió en febrero de 1997, cuando publicó el artículo en la revista Nature que reportaba el nacimiento de Dolly, el primer animal clonado a partir de células adultas. El primer mamífero en ser clonado.

Wilmut llevaba muchos años intentando que la transferencia nuclear de células somáticas, que tan bien funcionaba en anfibios, funcionara también en mamíferos. El año anterior, 1996, habían publicado el nacimiento de dos ovejas, Meran y Morag, obtenidas por este método, pero usando núcleos de células TNT, totipotentes para la transferencia nuclear, similares a las células troncales embrionarias. Se sabía que cuando más pronto en el desarrollo se usaban los núcleos mejor funcionaba el experimento. Por eso el artículo de 1996 no causó la misma sensación que el de 1997, en el cual sí se usaron células adultas (de glándula mamaria) para reconstruir un embrión de oveja. Hicieron falta casi 300 intentos para que una gestación llegara a término y naciera Dolly. El resto ya es historia de la biología.

Conocí a Ian Wilmut, y coincidí en diversas ocasiones con él. Siempre me pareció un tipo tranquilo, al que la historia había situado en primera fila. Nunca sabremos qué le llevó a escribir el artículo de su vida y presentarlo al resto del equipo para su envío a Nature, poniéndose él de primer autor, cuando la primera autora debería haber sido Angelica Schnieke, cuya tesis doctoral versaba exactamente sobre la creación de Dolly, dirigida por Keith Campbell, que acabó de último autor de ese famoso artículo. Esa decisión generó enfado, controversias y polémicas en el equipo. Ese artículo también dejó fuera a personas que habían participado directamente en el experimento, que se sintieron ninguneadas. Seguramente Wilmut pensó muchas veces que esa publicación debería haberse gestionado y publicado de otra forma, con menos prisas y más reflexión. Ese artículo, y toda la polémica judicial y denuncias que le acompañaron, lo llevó ante los tribunales y a admitir que solo podía reclamar un porcentaje de creatividad del experimento de Dolly, que debía compartir con otros investigadores. Casi perdió su título de Sir. Cuando en 2012 el premio Nobel recayó sobre la reprogramación nuclear, premiando a John Gurdon, por la clonación de ranas en los años 60, y a Shinya Yamanaka por las células inducibles pluripotentes (y olvidando a Wilmut y el resto del equipo de Roslin) muchos pensamos que todo lo ocurrido tras la publicación del Nature había lastrado injustamente las posibilidades de Wilmut de ganar el Nobel. No se entiende el salto de Gurdon a Yamanaka sin pasar por Wilmut, sin pasar por Roslin. Pero así se escribe la historia, con sus luces y sus sombras.

A quien le interesen los detalles de la historia, escribí este artículo hace años, con ayuda de Bruce Whitelaw y Angelica Schnieke, donde recojo lo que sucedió. Siempre me entristeció que uno de los artículos más influyentes de la biología moderna, uno de los descubrimientos más celebrados de la historia de la biología, que deberíamos tener al mismo nivel que el artículo de Watson & Crick con la descripción de la estructura del ADN, estuviera rodeado de tanta polémica y tan terribles consecuencias (Keith Campbell se suicidó el fin de semana anterior a conocerse el premio Nobel de 2012).

De cualquier manera, quiero quedarme con lo positivo. Desde que el equipo de Wilmut, Campbell y Alan Colman (de la empresa PPL Therapeutics, que también jugó un papel relevante en el nacimiento de Dolly) demostraron que era posible reconstruir embriones de mamífero con núcleos de células somáticas adultas ya nada volvió a ser igual. Surgió la medicina regenerativa y mil y un desarrollos biomédicos y biotecnológicos derivados de esos experimentos. Dolly revolucionó la biotecnología animal y desde entonces fuimos capaces de modificar el genoma de los animales de granja a voluntad, no solamente de los ratones de laboratorio. La historia de la Biología está ligada al Instituto Roslin y en ella Wilmut tiene un papel protagonista innegable. Y así quiero recordarlo.

En 2016 se celebró el 20 aniversario del nacimiento de Dolly (nació el 5 de julio de 1996) y fuimos unos cuantos quienes acudimos a Edinburgh a festejar aquel tremendo avance de la ciencia. Invitaron a Shinya Yamanaka, que impartió una charla muy generosa con Wilmut, en la que Shinya reconocía haberse inspirado en los experimentos de Dolly para desarrollar sus ceúlas inducibles pluripotentes (iPS). Podéis revisar todo el material sobre Dolly, incluidos los eventos del vigésimo aniversario, en la web dedicada a esta oveja que organizaron en el instituto Roslin.

Muchas personas que nos dedicamos a este negocio leemos sobre ciencia y contribuimos con pequeños incrementos en el conocimiento del mundo que nos rodea. Pero hay personas que escriben capítulos únicos de la historia de la ciencia, que abren las puertas a cambios impensables hasta ese momento. Este fue el caso de Ian Wilmut. Y así debemos recordarlo.

Descanse en paz.



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