Carlos Alonso Bedate (1935-2020)

Por Lluis Montoliu, el 14 abril, 2020. Categoría(s): ética • genética • historia de la ciencia
Carlos Alonso Bedate (1935-2020). Fotografía tomada durante el VIII Encuentro de la Red de Comités de Ética de Universidades y Organismos Públicos de Investigación, celebrado en el Instituto Rocasolano (CSIC), en Madrid, en 2011. Fotografía: CSIC

Ayer 13 de abril de 2020 falleció una buena persona, un colega, un amigo. Compañero en el CSIC, en la UAM y en tantos otros foros. Ayer perdimos a Carlos Alonso Bedate, bioeticista, investigador experto en biología molecular y sacerdote jesuita. Carlos Alonso Bedate, además de por sus contribuciones científicas, será recordado por su extraordinaria contribución a la bioética de nuestro país y a nivel internacional, a través de su activa participación en numerosos comités.

Carlos Alonso Bedate fue Profesor de Investigación del CSIC, miembro del primer Comité de Bioética de España (siendo vicepresidente del mismo), del Comité de Ética de la Comunidad de Madrid, de la Comisión de Garantías para la Donación y Utilización de Células y Tejidos Humanos del ISCIII, del Comité de Bioética del Consejo de Europa, del Subcomité de Bioética del CSIC y del Comité de Ética de la Investigación de la UAM y experto evaluador colaborador del Comité de Ética del CSIC. Carlos fue, además de sus actividades como bioeticista, un investigador experto en biología molecular en el CBMSO-CSIC/UAM y sacerdote jesuita.

Nació en Mota del Marqués (Valladolid, 1935) y se licenció en Filosofía por la Universidad Pontificia de Alcalá de Henares en 1960, en Teología por la Facultad Pontificia de Granada en 1966 y en Biología por la Universidad de Granada en 1973, universidad por la que también se doctoró. Fue profesor adjunto de la UAM entre 1973 y 1978 y miembro del CSIC, primero como investigador científico y luego como profesor de investigación entre 1978 y 2005.

Recuerdo haber compartido con Carlos numerosas reuniones, comités, foros de debate, congresos y charlas, siempre con un tono conciliador, siempre escuchando a los demás y aportando ideas para armonizar o llegar al consenso, sin renunciar a sus principios. Junto con Javier Gafo y Diego Gracia, Carlos fue quien más me aportó en mi formación sobre bioética cuando aterricé en Madrid a principios de 1997. Recuerdo con gran cariño aquellos primeros encuentros anuales propiciados desde la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontifica de Comillas, a los que me invitaron, a los que nunca faltaba Carlos. Recuerdo mi sorpresa inicial ante la invitación, a la que contesté «¡Pero si yo no soy creyente!». Y a lo que me contestaron «No te invitamos por tus creencias, sino por tu trabajo científico, por lo que puedas aportar al debate sobre bioética desde la ciencia». Me ganaron. Y hasta hoy.

Carlos participó en varios encuentros de la Red de Comités de Ética de Universidades y Organismos Públicos de Investigación (RCE). La fotografía que encabeza este humilde pero sentido obituario creo que ilustra bien su personalidad y servirá para recordarle. Fue tomada durante su participación en el VIII Encuentro de la RCE que organizamos en Madrid, en el Instituto Rocasolano, en la sede central del CSIC en 2011 desde el, entonces, Subcomité de Bioética del CSIC (Comité de Ética del CSIC).

Realmente siento su fallecimiento como una pérdida muy cercana. Quedará su memoria y todo el ingente trabajo que realizó por y para la bioética en España y en el mundo. Sin olvidar su trabajo como investigador.

Descanse en paz



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